Día 1: LUNES 02 DE MARZO DE 2015

   Hola, tengo 30 años, mido 1 metro 62 y peso 152 kilos. No soy lo que se dice “una gordita simpática”, porque la simpatía no vendría a ser lo mío. Soy obesa desde hace 24 años. Hice millones de dietas y tratamientos desde que tengo memoria: la dieta de la luna, la de los astronautas, la disociada, la desintoxicante, la del agua, la del ayuno, la de ALCO, la de Slim, LA DE HERBALIFE!!! … Hasta que hoy empecé por tercera vez el tratamiento de descenso de peso del Dr. C.

   Mi peso actual es de 152.2 kilos, y como dije mido 1.62 metros, lo que significa que tengo un Índice de Masa Corporal (IMC) de 58.9, es decir, más del doble de la mi peso “ideal” en grasa. Como estas, podría arrojar muchísimas cifras más que me enseñan a obtener en la Biblia del Obeso (así llamo yo al libro que usamos en cada "reunión de grupo") para comparar mi situación actual con la ideal, pero no tendría ningún sentido porque es sabido que distan bastante.

   Mi vida es absolutamente sedentaria, todo lo que hago necesita de “horas culo” como diría mi amiga Maru, y eso no ayuda en nada. Soy educadora, doy clases de apoyo escolar en varias áreas a chicos de diferentes edades, en casa o en un instituto de apoyo; y aunque me gusta dibujarles el pizarrón y dejarles mi marca en cada carpeta, es una de las profesiones más sedentarias que hay. De hecho, en la clínica pareciera que la mayoría de los pacientes se dedica a la educación, o al manejo de algún tipo de vehículo (menos mal que manejar no sé). También soy artista. No, no es de vaga y sí, soy de las que se mueren de hambre (bueno, económicamente hablando, no literal, claro). Toda mi vida me dediqué al teatro como actriz y desde hace un tiempo descubrí que me gusta mucho el detrás de escena; ahora soy “Productora Ejecutiva” o algo parecido a una asistonta en una cooperativa que estamos armando con un grupo de compañeros de estudio. Como si fuera poco el hipismo, también dibujo. Dibujo desde muy chica y siempre lo hice bastante mal pero como soy perseverante y tozuda seguí intentando. Ahora mando a estampar mis dibujos en remeras y amigos con buena onda me las compran. Hace poco empecé un cuadro, pero eso lleva paciencia y mucho tiempo, así que voy de a poco.

   Hace bastante estoy dando vueltas con que debo/quiero volver al plan, pero siempre había una excusa nueva, soy muy creativa para eso: la plata, la obra social, la fiaca, el calor, el trabajo, la angustia, la omnipotencia y un par de pelotudeces más.

   La primera vez que fui a ese lugar, llegué con 145 kilos, llena de prejuicios, enojos, y altiveces (aunque no creo que exista la palabra). Enfurecida con el sistema de “grupos” pero decidida a operarme mañana. Al cabo de 3 meses había bajo más de 20 kilos y tomado conciencia de la importancia del grupo. Pero por sobre todas las cosas entendí que las operaciones Bariátricas, no son más que una herramienta en esta lucha de por vida; sí, de por vida, porque la gordura no es más que el síntoma temporal de la obesidad, una enfermedad crónica que como buena enfermedad crónica se trata y se recupera, pero no se cura nunca. Depués, por esas cosas de la vida, la burocracia metió la cola y se fue todo al demonio… me quedé sin operación, sin tratamiento y llena de ganas. Solita con mi alma sostuve el tratamiento y mantuve el peso un par de meses más… pero es lógico, un adicto frente a su adicción, derrapa; y yo derrapé.

   La segunda vez fue absolutamente fugaz… tanto, que no hay nada por decir al respecto…

   Y ahora, voy firmemente por la tercera, que según dicen “será la vencida”.